1.-Coyuntura
Guillermo A. Cochez exalcalde de Panamá, delegado del país ante la OEA por tres años y medio, con excelente conocimiento del tema y en general de los países latinoamericanos, ha expresado con mucha chispa apreciaciones francas y severas recordando el anterior cónclave que en 1956 - a instancias del presidente Eisenhower de EUA- reunió Panamá en su capital con 35 mandatarios anticomunistas, de los cuales por entonces solo 7 elegidos democráticamente (“Cumbres en Panamá: de 1956 a 2015”, El País7 abril 2015).
“Antes todos marchaban al son que les tocara Estados Unidos, ahora son varias las orquestas, hasta con ininteligibles idiomas que escuchan los hoy acomodaticios anti imperialistas yanquis. Antes eran militares corruptos y abusivos; ahora son civiles y militares que se enriquecen con la corrupción y siguen violentando los derechos humanos y políticos, eso sí, más conocidos que antes por la cantidad multiplicada que tenemos hoy de medios de comunicación”.En la llamada Declaración de Panamá se decía que “su objetivo era fortalecer la paz, la seguridad y consolidar la democracia”. El sentido de “democracia” en aquella época, gobernada mayoritariamente por militares, era ser anticomunista. Como dijera un dirigente norteamericano, “We know Somoza is a son of a b…, but is our son of a b.”, lo recuerda textualmente Cochez.
Ya el 4 de abril, el autorizado analista venezolano Moisés Naim denunciaba que la Cumbre se convertiría en el escenario para una “sarta de mentiras” por parte de Venezuela (El País 4 abril). Algo que Maduro intentó por todos los medios, pero que le fracasó.
2.-El hecho relevante
Acertadamente lo resumió el colombiano Juan Lozano: “Los grandes ganadores fueron Obama, Castro y los cubanos. Y los perdedores, Maduro y toda su cuerda”(Juan Lozano: “ 2 que suben, 2 que bajan” 13 de abril de 2015 El Tiempo Bogotá).
Obama. Es el gran triunfador. Reinstaló a su país como líder en América Latina, hizo valer su reactivación económica y energética, erosionó la voz de Venezuela, recuperó su posición en el Caribe tras su reunión de Jamaica, recortó terreno que había perdido ante Rusia y China, se ganó los elogios de Castro sin retirar todavía a Cuba de la lista negra del terrorismo ni deponer sus exigencias de democratización en la isla. Además, aplastó a Maduro, revolcó a sus aliados –empezando por Correa, la Kirchner y Ortega– y no modificó su decreto sobre Venezuela. En su política interna, ganó puntos con la comunidad latina, les arrebató banderas a los republicanos y mejoró el clima político para el lanzamiento de Hilary.
Castro. Ganó desde el inicio con el solo retorno a la cumbre. Su discurso, aunque deshilvanado, como lo advirtió Yoanny Sánchez, y sumiso frente a Obama, fue hábil y lo dejó en buena condición para proseguir negociaciones. Se desmarcó de Maduro y de su vieja retórica. Apareció como un venerable abuelo, con un toque de humor, muy diferente del estereotipo del dictador bananero que lo persigue.
3.- Política pragmática
Por parte y parte predominó la Real Politik, es decir, la política pragmática (la que está en uso) por sobre la ideológica y doctrinaria (en evidente desuso). La política es la ciencia y el arte de la conducción de los pueblos, para lograr no lo mejor sino lo posible. Sus mejores herramientas son el diálogo abierto y sincero entre ofertas, la negociación y arreglo mutuo entre los partidos (dando y recibiendo), la componenda práctica (manteniendo las partes sus principios pero sin imponer al adversario sus dogmatismo o propia ideología y menos buscando su total eliminación). Así se han construido las mejores social-democracias modernas y ha surgido el nuevo gigantismo de países como India y China, la cual viene aplicando exitosamente la fórmula pragmática de Deng-Xiao-Ping: “no interesa el color de los gatos, sino el que realmente cacen ratones”.
Obama liquidó definitivamente la larga “guerra fría” entre las dos superpotencias (EUA-URSS), con sus avatares, gigantescos presupuestos, contradicciones, nefastos resultados que mantuvieron en vilo a la humanidad. Reconoció públicamente que el “embargo” o bloqueo por tantos años a la vecina y pequeña Isla había sido un fracaso, no había pasado de ser una “urticaria” que la incomodaba pero no convertía la dictadura cubana en democracia. Y el frente anticomunista que impuso EUA a las repúblicas bananeras, a su vez, no hizo sino ir creando opinión anti-yanqui y rechazo a sus políticas continentales para América Latina y el Caribe. Por añadidura, Obama que venía perdiendo prestigio en su primer mandato, tanto al interior del país como al sur del continente y su avalancha de inmigrantes latinos, con su gesto amplio frente a Cuba, lograba mejorar la imagen como demócrata de su segundo período, y favorecía las probabilidades electorales de una sucesora también demócrata como Hilary Clinton.
4.-Y de Maduro ¿qué?
“Maduro es el gran perdedor. Regresa con el rabo entre las piernas, informando en tono menor sobre un corto cruce de palabras con Obama, con Venezuela en ruinas y con sus resmas de firmas convertidas en equipaje de carga. Viéndolo empobrecido y frágil, sus aliados del Caribe le sonrieron a Obama. Cuba se le desmarcó; su proposición exigiendo la revocatoria del decreto ejecutivo gringo no fue aprobada y las esposas opositoras quedaron consagradas como las nuevas heroínas de la libertad. Arrastró con él a los pocos que lo apoyaron y todavía retumban los ecos de las sinfonías de cacerolas y pitos que compusieron para él” (Juan Lozano, cita anterior).
El discurso de Obama, “Es contigo Nicolás: basta de usar a EUA para justificar problemas de cada país” dejó sin piso alguno todo el esfuerzo, dinero, publicidad que había concentrado Maduro como su gran objetivo de hacer reversar el decreto ejecutivo. Y el discurso de Raúl Castro en la Cumbre -que parece tomó de sorpresa al régimen chavista- “descolocó” a Maduro. Calificó de “honesto” a Obama, lo disculpó de los “agravios” cometidos a Cuba por anteriores administraciones y afirmó que “es posible que hoy discrepemos en algo en lo que mañana podemos estar de acuerdo; estamos dispuestos a hablar de todo, pero necesitamos ser pacientes, muy pacientes” teniendo en mente el problema de fondo, que más temprano que tarde tendrá el régimen cubano que aceptar –aunque sea a regañadientes- a cambio de todo lo que a manos llenas comienza Cuba a recibir, a saber, las libertades democráticas y plena vigencia estatal de respeto a los derechos humanos y políticos de todos.
5.-¿Hacia una nueva OEA?
Es desalentador y negativo el balance que deja Insulza tras 10 años como Secretario General de la OEA. La solución de los problemas que quedaron sin afrontar ni resolver es mucho más profunda y difícil que el debate de las cuestiones ideológicas que se entremezclaron afectando la democracia en varios de sus miembros interamericanos. La verdadera y auténtica democracia, ha quedado muy desdibujada en varios países del ALBA. Existe rampante y descontrolada la corrupción practicada desde las altas esferas en algunos países miembros. La reelección presidencial se extiende como una plaga: Venezuela, Brasil, Nicaragua, Ecuador, Bolivia y Argentina ponen al descubierto gobiernos que harán todo lo posible para mantenerse en el poder; no importando que para lograrlo pisoteen principios democráticos, con los que fueron elegidos.
Y aun hay países que apuestan al debilitamiento de la organización. Brasil es uno de ellos. A pesar de su riqueza, tiene dos años de atraso en el pago de sus cuotas y hace cuatro que no ha nombrado su Representante Permanente. Venezuela está atrasado seis años en esos pagos. Y por si fuere poco, Venezuela exhibe en exceso todos los requisitos para que la Carta Democrática Interamericana sea invocada. Es algo que compete a todo el continente y a los países signatarios de la Carta y no sólo a parte de sus habitantes. Existe un gran desánimo entre los mismos funcionarios de la OEA; no se ve qué futuro pueda tener, dada su imagen a todo nivel tan deteriorada. Es exigente y amplia la agenda a la que tendrá que atender la nueva OEA. Desde energía, hasta comercio, gestión de desastres naturales, pasando por calidad de la educación, gobernabilidad y seguridad ciudadana y muy importante, implementar de una manera eficaz los mandatos de la Primera Cumbre Interamericana.
Sugiere Cochez aspectos concretos al recién electo Secretario General Luis Almagro (uruguayo) en misiva que le dirige el 18 de marzo (El País, Madrid 26 marzo 2015) y quien asume las riendas de la OEA a partir de Agosto.
Iniciativa hemisférica en seguridad ciudadana, incluyendo un informe anual insignia; Escuela de gobierno para cuadros del sector público y sociedad civil en transparencia; rendición de cuentas; búsqueda de consensos; y gobernabilidad democrática. Mecanismo de consulta para la prevención de la conflictividad social. Gestión de desastres naturales en Centroamérica y el Caribe. Interconectividad digital y de infraestructura en el Caribe. Red hemisférica para la educación de calidad. “Esta agenda no solo ayudará a colocar a la OEA más cerca a la voluntad de cooperación de los gobiernos del hemisferio reunidos en la Cumbre, sino que la posicionará más cerca de la gente, de los ciudadanos que deben ser quienes perciban los beneficios de nuestro trabajo y ante quienes nos debemos”.
